En pocos días el cristianismo y el mundo en general celebrarán y reconocerán una fiesta que conmemora el que quizás es el evento más significativo en la historia de esta tierra: la muerte y la resurrección de Jesús. Muchos la denominan “La Semana Santa”. Según el Centro de Investigaciones Pew, la Semana Santa es la temporada en que más los estadounidenses buscan en línea la palabra “iglesia” seguida de la época navideña. También se ha destacado que en Norteamérica, la asistencia a la iglesia se incrementa en esos días. Algunos han llegado al punto de identificar y nombrar a las personas que solo asisten a la iglesia durante la Semana Santa (Easter) y Navidad (Christmas) como “Chreasters.” Pero mientras algunos dedican tiempo para buscarle un nombre a estas personas, hay iglesias que asumen de manera deliberada la responsabilidad de conectarse con las personas durante esos días especiales, totalmente conscientes de que posiblemente esas son las únicas oportunidades que tienen de alcanzarlas con la misión de Cristo y su mensaje de Compasión, Esperanza y Plenitud.
Al acercarnos a esta celebración especial, en la que muchos recuerdan y celebran el suceso más asombroso de la historia de la tierra, me gustaría animar a cada una de las iglesias adventistas de Norteamérica para que no ignoren esta ocasión tan especial, ni que la traten como un período más del año. Me gustaría animar a cada pastor adventista, pastor voluntario laico, líder de iglesia e iglesia de Norteamérica para que ejerza una presencia comunitaria significativa, como así también una presencia en línea, y para que en forma deliberada planifiquen cómo ministrar a personas que acaso de otra manera no podrían alcanzar en otros momentos del año.
Ahora bien, usted podría preguntar, ¿cuál es el significado de la Semana Santa? ¿Qué significa este tiempo para usted y para mí en el presente? Significa que Jesús cumple sus promesas. Él prometió que moriría y resucitaría al tercer día, y así lo hizo. Y esa no fue su única promesa. También prometió que regresaría y que levantaría a los suyos de entre los muertos.
Debido a su muerte, resurrección y promesa, hoy podemos celebrar, sabiendo que un día muchos sepulcros serán abiertos, muchos más nombres serán llamados, muchas más rodillas se doblarán, muchas más bocas confesarán su nombre, y muchos más aplaudirán, aclamarán y celebrarán con gozo en respuesta a su Vida, Muerte, Resurrección, Intercesión y Segunda Venida.
Al pensar en la Resurrección de Jesús, recuerda que él quiere resucitar tus sueños y aspiraciones. Él quiere traer a la vida tus relaciones quebrantadas; Él quiere insuflar frescura y creatividad a tu carrera y profesión. Quiere que vivas una vida inspirada en su muerte y resurrección, lo que significa que hay luz después de la oscuridad, alivio tras el dolor, risa después de las lágrimas y vida después de la muerte.
No camines por ahí con rostro anodino, sin entusiasmo, como si fueras demasiado bueno para este mundo, buscando maneras de atrapar a las personas haciendo algo malo. Cuando Jesús resucitó ese domingo hace más de dos mil años, ganó el derecho de que tu vayas cada día por la vida representando a alguien que vive y te ofreció vida en su versión más plena. Se un Embajador de Esperanza: llora con los que lloran, saluda a cada persona con que se cruce en las calles, aun en los ascensores, sonríe, abraza, levanta a los caídos, canta en tu corazón y en voz alta, ríe, celebra, aplaude cada vez que tengas la oportunidad. Sí, dije que aplaudas, aun en la presencia de Dios, ora, intercede por los que están en problemas, y ama con todo tu corazón. Recuerda que solo creerán lo que predicamos del Jesús que resucitó de los muertos si los amamos. Si no amas a otras personas, ni te preocupes por hablar y publicar frases sobre la resurrección. La mejor manera de mostrar que Jesús está vivo es amándolos.
Jesús está vivo y quiere ser tus ojos, corazón, manos y pies allí donde tu vives, estudias, trabajas y vas a la iglesia. Así que por ahora, mientras aguardamos el cumplimiento de la hermosa promesa de la mañana, ama a Jesús y ama a tu familia. Ama a tu iglesia, ama a tu vecindario, ama a tu ciudad y ama a tu mundo.
¡Vive a Jesús y su compasión en voz alta y ellos también sabrán y creerán!
El pastor José Cortés Jr. es director asociado de la Asociación Ministerial y dirige Evangelismo, Plantación de Iglesias y Misión Global para la División Norteamericana de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.